Para el Gobierno del Estado, la reciente reforma aprobada por el Senado de la República a los artículos 381 Bis, 581 Ter y 381 Quatér, del Código Penal Federal, con lo cual se tipifica el abigeato como delincuencia organizada, es un importante paso para combatir e inhibir de manera importante esta práctica que daña la economía de los productores pecuarios y sus familias.
Al informar lo anterior, el secretario de Pesca, Acuacultura y Desarrollo Agropecuario, Andrés Córdova Urrutia, destacó que el dictamen con proyecto de decreto aprobado por las y los senadores, ha sido turnado a la Cámara de Diputados, en donde seguramente contará con el respaldo de los legisladores en pro del desarrollo de la actividad pecuaria en nuestro país.
En ese sentido, destacó que la mencionada reforma, de la cual ya han dado cuenta los medios nacionales, establece un tipo penal específico para toda aquella persona que, mediante organización jerarquizada y estructurada, se apropie de una o más cabezas de ganado, cualquiera que fuese su especie, quien se hará acreedora a una pena de hasta 10 años de cárcel y 500 días de multa.
Del mismo modo, abundó en el sentido de que a través de esta modificación al Código Penal Federal, el Senado de la República también plantea que el abigeato, en su modalidad de delincuencia organizada, se equipara cuando se modifiquen o alteren sellos o marcas de ganado, se venda, compre, o almacene ganado robado, se transporte, comercie, y se distribuyan cárnicos o sus derivados y se expidan certificados apócrifos para simular su venta o se utilicen en cualquier transacción sobre ganado.
Del mismo modo, Córdova Urrutia se refirió a los esfuerzos que el Gobierno del Estado en coordinación con la autoridad Federal y los Ayuntamientos, así como con la colaboración de los productores pecuarios, han realizado para dar un mayor ordenamiento a la actividad pecuaria y con ello no sólo combatir el abigeato, sino además aumentar la rentabilidad de la actividad.
Recordó que como parte de estos esfuerzos, actualmente se exige una guía de movilización para transportar el ganado tanto al interior de nuestra entidad, así como para sacarlo hacia otros estados del país, además de que para su sacrificio hay que demostrar su legitima propiedad, aspectos que hoy en día los propios ganaderos reconocen y exigen el mejoramiento de estos controles.
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